En el mundo de los negocios sueco nadie sospecha los planes de David Hammar, 34 años, el niño malo de las altas finanzas del país. Famoso por su sangre fría, su amor por el riesgo y su fortuna billonaria, David puso todo su empeño en dejar atrás sus orígenes humildes, y ahora está a punto de culmina...