Aunque ya ha escrito dos libros autobiográficos, ésta es la primera novela de ficción de la autora. “Miel y almendras” tiene el doble sentido de referirse tanto a dos ingredientes básicos en los postres libaneses, muy presentes en el libro, como al color de la piel de las mujeres libanesas y a la forma almendrada de sus ojos. Y precisamente de mujeres habla este libro. En él se entrelazan magníficamente las vidas de varias mujeres libanesas: Amal, Imaan, Lailah, Mouna, Nadine y Nina nos acompañan a lo largo del libro. Conocemos sus distintos orígenes y clases sociales, su día a día con sus alegrías y dificultades, sus relaciones con los hombres y sobretodo su lucha por seguir adelante. Mujeres modernas y liberales que a través de pequeñas coincidencias terminarán forjando fuertes lazos de amistad entre ellas. La novela está ambientada en el Líbano, principalmente en Beirut, y aunque también aparece de fondo la larga guerra civil que sufrió el país y su posterior reconstrucción, transmite la imagen de un bonito país a caballo entre la tradición y la modernidad, con diversas religiones y culturas. En algún momento el lector se puede perder entre tanto personaje, nombres e historias paralelas, pero es inevitable encariñarse con las protagonistas y su país. Con un final quizá demasiado de cuento de hadas, de “fueron felices y comieron perdices”, es una novela bien escrita, con una prosa fluida y un estilo desenfadado que desborda optimismo. Una lectura entretenida y muy recomendable. (Esther Rodríguez)
hace 12 años