El libro supone una nueva apuesta del autor por seguir explorando en una forma no convencional, de expresar las relaciones entre el mundo y el lenguaje. Es un lenguaje esencialmente connotativo en el que se hace uso de las figuras retórica de desplazamiento semántico: la metáfora, la metonimia…, y, sobre todo, un tratamiento de la imagen que lo hace ser un claro representante de la tendencia surrealista en la nueva poesía española.