La abuela civil española es de esos libros que tienen en la memoria su mejor activo, y que se convierten en un testimonio personal de aquello que no quiere que se sea olvidado. En este caso, las duras condiciones de vida en la España de la guerra y la posguerra y el exilio a la Argentina. Stefanoni, aunque con su propia abuela en mente, noveliza a través de Sofía, nieta de la abuela que da título a la obra. Lo hace, después de un pequeño episodio de abuelo y nieta anclado en el presente, a través de tres partes que se corresponden con la vida en España de Consuelo y Rogelio, los protagonistas, con el exilio, y con el tiempo actual, ya interactuando con la narradora. El resultado es una novela a medio camino entre el registro histórico y el confesional. A pesar de la dureza de sus dos primeras partes, es el exilio y el desarraigo lo que adquiere relevancia a lo largo de las páginas, y lo intimista se impone a esa revisión de vencedores y vencidos que casi siempre adorna la literatura sobre la Guerra Civil cuando es escrita por españoles. Hay una metáfora bellísima al aludir a un tipo de mariposa que realiza un viaje migratorio a lo largo del continente americano en varias generaciones —la mariposa que llega es descendiente de las que partieron—, y de eso se trata La abuela civil española: la proyección en el presente de un exilio que comenzaron Consuelo y Rogelio, y que explica las raíces de Sofía, la narradora. La brevedad de los capítulos, junto con la constante sencillez de la sintaxis y un estilo fluido y eficaz, hace de este libro una lectura fácil de abordar, como si de una novela ligera se tratase; pero dejando un poso que en absoluto se corresponde a la ligereza de su lectura. (Carlos Cruz, 26 de junio de 2015)
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