Me decidí a leerlo años después de ver la maravillosa película de Kurosawa y sólo puedo decir que es una lectura muy recomendable; en ocasiones se ralentiza con el relato de las exploraciones, pero siempre sale a relucir la gran historia de amistad entre el capitán geógrafo ruso y el indígena siberiano Dersu, así como la extraordinaria dureza de esos parajes siberianos y de las gentes que lo habitan, que como Dersu, aman y respetan profundamente ese medio natural que les proporciona su medio de vida. A pesar de que no soy cazador me gustaría reflexionar aquí a favor de esta actividad hoy en día tan denostada, y recomendar esta lectura que nos enseña que cazar es también una forma de respetar y cuidar del medio natural. Por último, yo también creo que la película es todavía mejor que el libro.
hace 9 años