Resumen

"En la casa del colombiano encontraron dos pistolas, una escopeta recortada, un hacha de carnicero, una sierra, algo de cocaína, tres teléfonos móviles casi prehistóricos y 19.000 euros en siete fajos de billetes arrugados, escondidos tras un cajetín de la luz. Pero lo que más inquietó a Velasco, lo único que le alteró el pulso, fue una habitación sin ventanas, con todas las paredes, el techo y el suelo forrados de plástico, como el que se usa para proteger los muebles cuando se va a pintar. No había ninguna brocha en la casa. La habitación estaba limpia y completamente vacía, salvo por un cubo. El cubo estaba lleno de ácido sulfúrico". 31 noches es un mes de agosto que empieza y acaba en ese cubo, que está esperando un cadáver para disolver. Es una historia corrosiva, sumergida en las tripas de una discoteca, la sala Premium, donde un periodista se ve arrastrado en una trama de narcos, matones de discoteca y deudas pendientes en la noche de Madrid. "Soy de los que dicen que no soportan la violencia, de los que se creen incapaces de hacer daño a una mosca. Aquel verano descubrí que no es verdad".

1 Críticas de los lectores

A pesar de no tener la estructura, la consistencia, ni la profundidad de una novela -se nota excesivamente que la base del libro son un conjunto de relatos escritos para un dominical veraniego, que el autor ha ampliado hasta obtener un mínimo de páginas y convertirlas en libro- la historia es interesante y muy amena. Como lector te descubres pasando páginas sin pasión (abstenerse lectores con paladares más exquisitos) pero sin descanso, cumple su cometido pues entretiene, es corta y se lee fácil y rápido, lo que la convierten en una lectura recomendable para llevarla con nosotros a la playa o piscina en los días en que aprieta el calor.
Entretenida.
JGF (Quelibroleo)

hace 12 años