El misterio de un crimen en las playas de Zanzíbar funciona como una desopilante pesquisa sobre la desaparición de Klein y Vasconcelos, dos estafadores de poca monta, periodistas fracasados, que simulan ser reporteros especializados en turismo para saquear los hoteles más lujosos del planeta. Excéntricos, salvajes, completamente desencantados, deambulan de suite en suite inventando falsas identidades, falsos reportajes, toda clase de estratagemas con el único fin de “disfrutar al máximo haciendo lo mínimo”.