Olga Bejano se quedó sin voz a los 23 años cuando, en mayo de 1987, su glotis se paralizó y sufrió una parada cardíaca por asfixia. Salió del coma, pero sin poder hablar ni comer. Empleará para comunicarse su nueva voz de papel. Este libro es algo más que una memoria autobiográfica; es un canto a la vida, a la alegría que supera todos los obstáculos, al tiempo que reta a las instituciones sanitarias y a los profesionales de la salud para afrontar una práctica más humanizada y compasiva. Te harás amigo de Olga, seas creyente o agnóstico, hombre o mujer, desde las primeras líneas de este libro.