Cuando el príncipe de Ustanzia, Tedric Cortere, se convierte en el objetivo de un grupo terrorista, éste no duda en desaparecer de escena y anular la agenda oficial que Verónica St. John, junto al equipo de relaciones públicas, han diseñado para su viaje a Estados Unidos. Pero finalmente, el príncipe sugiere que sea Joe Catalanotto, miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército, quien ocupe su lugar haciéndose pasar por él valiéndose del asombroso parecido que les une. Eso deja a una frenética Verónica con sólo dos días -cuarenta y ocho míseras horas- de arduo trabajo para enseñar al rudo Teniente a comportarse y actuar como un príncipe europeo en lo que es para ella el trabajo más difícil de su vida.