Mi nombre es Latro. No debo olvidarlo. El medico dijo que todo se me olvidaba muy de prisa a causa de una herida que sufri durante el combate. Le dio un nombre a mi enfermedad como si esta fuera un hombre, pero no recuerdo cual fue. Dijo que debo aprender a escribir lo mejor que pueda y de tal modo sere capaz de leer mis escritos cuando haya olvidado algo. Esa es la razon de que me entregara el pergamino y el punzon hecho con el pesado metal que se usa para fabricar los proyectiles de las hondas.