Quería leer la segunda obra de este escritor porque su primer libro “El señor de las llanuras” es una maravilla por su humor y frescura y sigue siendo uno de mis libros favoritos que recomiendo a todo el mundo que quiera pasar un buen rato. Este segundo libro es también muy sorprendente en muchos sentidos. Comienza con los recuerdos de la infancia de un hombre a punto de casarse en Africa para hacer honor al sueño de su padre. En esa memoria narra la relación con sus hermanos en un entorno de niños bien de la sierra de Madrid. Sus problemas en el colegio, los primeros amores, la relación entre ellos y los vecinos, los problemas familiares… pero a medida que avanza la historia descubrimos que hay mucho más oculto en la trama. Las aventuras de los chicos ese verano me recuerdan en cierto modo a los libros de los cinco que leía en mi infancia, llena de anécdotas y travesuras, pero la narración va ganando profundidad de un modo muy emotivo. Se nota la progresiva tensión en la estructura zigzagueante del libro que da saltos en el tiempo, contándonos la historia a modo de flashback alineal hasta que acabamos comprendiéndolo todo al final. Una novela bien cerrada escrita de modo agíl y entretenido que te hace reflexionar y cuyo mensaje final es muy positivo ya destaca la importancia de la unidad familiar a la hora de afrontar los problemas. El libro me ha gustado y me ha dejado buen sabor de boca auque no me ha impresionado tanto cómo el primero, al que por cierto hace varios guiños en la novela haciendo referencias a lugares y situaciones comunes que conectan con las propias vivencias del escritor
hace 12 años