Esta historia arranca con un suceso muy trágico: Juan, el novio de Adela, muere en un inesperado accidente y Adela se hunde en una fuerte y amarga depresión, ya que el recuerdo de la última vez que estuvieron juntos ha quedado empañado por una fuerte discusión que ella misma provocó, por culpa de su suegra, a la que ella odia. Adela tiene claro que no desea continuar con su vida ahora que no está su Juanito, y solo le queda decidir cuándo llevará a cabo su plan. Mientras llega ese día, intenta seguir con su rutina diaria: ir a trabajar a una inmobiliaria que está pasando por horas bajas, darle unas monedas a un joven violinista que toca en la calle y, por intentar hacer algo bueno en la vida antes de dejar este mundo, decide hacer de Celestina entre algunos de sus conocidos. Santa Valentina tiene un plan es una historia sencilla en la que descubriremos a Adela, una protagonista con la que es fácil sentirse identificada porque es una mujer muy terrenal, bastante insegura, cargada de complejos y con una ligera tendencia a magnificar todos los sucesos que la rodean, y gracias a los cuales viviremos momentos hilarantes, muy cómicos y que a veces rozan la excentricidad. Sin embargo, lo mejor de toda la historia es la aparición en escena de Noel, un enigmático músico callejero que toca el violín como los ángeles. Hay muchas cosas en ese joven que resultan chocantes: su educación contrasta con su aspecto desaliñado; la innegable calidad del instrumento musical que toca, con su estatus económico... ¿Quién se esconde tras esa máscara de Charlot? Adela sospecha que un fugitivo, quizás un ladrón, pero algo le impide dejar de verlo cada día y de disfrutar unos momentos de su compañía. El objetivo de la protagonista que da título a esta historia (hacer de Valentina) finalmente no llega a tener el peso en la historia que prometía y se convierte en una anécdota más de la misma. También me ha faltado algo más de chispa en la relación entre los dos protagonistas, quizás porque ambos se cierran en banda a demostrar en público lo que sienten, pero a pesar de ello, este libro ha cumplido con su objetivo de divertirme en muchas ocasiones e incluso ha llegado a emocionarme, ya que su autora ha sabido combinar hábilmente situaciones tan dispares.