En octubre de 1941 Hitler lanzó la Operación Tifón, la ofensiva alemana que pretendía conquistar Moscú y sacar a la Unión Soviética de la guerra. Como última oportunidad de escapar a las terribles implicaciones de una campaña de invierno, Hitler ordenó a setenta y cinco divisiones alemanas, casi dos millones de hombres y tres de los cuatro grupos panzer que pasasen a la ofensiva. Pronto obtendrían las gigantescas victorias de Viaz ma y Briansk, entre las mayores batallas de la Segunda Guerra Mundial, pero poco después terminarían sufriendo la primera gran derrota del ejército Alemán.