Una novela aterradora sobre la deshumanización de lo humano. Aristóteles Brumell, el joven heredero de una de las grandes fortunas de México, es conocido por su labor como mecenas de pintores, pero también por su amoralidad. Sibarita empedernido y artista en el maquiavélico juego de hacer de los demás piezas que se mueven al antojo de su perversidad, Aristóteles escoge a una nueva víctima, Sebastián Vaca, un joven artista de escaso talento en el campo de las instalaciones. El plan es consagrarlo al arte, pero no como sujeto sino como objeto. Vaca, que al principio accede a todo lo que Aristóteles le ofrece pensando que tendrá una vida regalada, se convierte en un ser rodeado por sus excrementos, que limpia zapatos a cambio de su dosis diaria de crack. Un relato sin concesiones y con un cruel sentido del humor.