Cinco historias que nos muestran el lado más absurdo de la sociedad actual de la mano del Doctor Irabu, con un toque humorístico excepcional. Irabu es médico psiquiatra, su consulta está en el sótano del Hospital General Irabu, del que él será heredero. Sus métodos son algo disparatados, algunas veces incluso rayando lo absurdo, pero sus terapias siempre llevan a buen puerto. De la mano de este personaje algo alocado, conocemos la vida de cinco personajes aquejados de males propios de la sociedad actual. Enfermedades psicosomáticas causadas por el estrés, absurdas ideas persecutorias, erecciones imposibles de controlar, esclavismos tecnológicos e ideas infundadas que impiden desarrollar el curso normal de la vida son los casos a los que se enfrenta nuestro doctor. Sus terapias son de lo más imaginativas e inesperadas, de modo que algunas veces, cumplen aquello de que “es peor el remedio que la enfermedad”. La característica fundamental de su terapia es la empatía, se mete tan bien en la piel del enfermo que su imitación lleva a situaciones realmente divertidas. Las cinco historias tienen algo en común. Los pacientes llegan a Irabu con suspicacia y sin creer realmente que necesitan sus terapias; tras la primera visita, todos opinan que no volverán más; y todos sucumben y van diariamente. Al protagonista y elenco de enfermos hay que sumar un personaje secundario que juega un papel importante en cada historia, que es la enfermera del doctor. Evidentemente no cumple los cánones de lo que entenderíamos por una enfermera convencional, pero es el contrapunto perfecto para la parodia y la jocosidad de las historias. Una lectura agradable y divertida, unas historias que atrapan al lector, y que a la vez le hacen reflexionar sobre lo absurdo de algunos usos y costumbres a los que cotidianamente nos enfrentamos en el día a día. (Quelibroleo, 30 de junio de 2014)
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