Se trata de una novela que conjuga tres elementos: el misterio, a través los asesinatos que se suceden durante la historia; los fenómenos paranormales, en concreto, la existencia de fantasmas acechantes que se pegan a las personas; y el romance. Sin duda un proyecto ambicioso, ya que cada uno de los temas, por sí mismo, podrían configurar una buena novela. A decir, para aquellos que no lo sepan, que esta es la primera parte de una serie de cinco novelas que tiene proyectadas la autora. La historia transcurre en Charleston (Estados Unidos) y sus alrededores, en un tiempo indefinido que el lector asociará a la actualidad. La protagonista Amelia Gray, arqueóloga, se dedica a la restauración de cementerios. En uno de sus trabajos va a ver alterada su vida por la aparición de un cadáver que desencadenará toda la acción. La trama, de mano de la protagonista, nos va a llevar a conocer el mundo de los cementerios y las simbologías de sus tumbas, aspecto que está muy bien documentado. Nos adentra también en una realidad llena de fantasmas que persiguen a los humanos en ocasiones no con buenas intenciones, y que crean miedos y frustraciones en algunos personajes de la historia. A todo ello se le suma una incipiente historia de amor entre la protagonista y uno de los personajes principales. En cuanto al tema del misterio, los asesinatos y la resolución del caso en esta novela queda cerrado; no así el tema paranormal, donde le van a quedar al lector muchas cosas todavía por descubrir, así como también en el lado romántico de la obra en la que la autora deja la puerta abierta a posteriores entregas. Narrada en primera persona, es una obra de fácil lectura, con pocas descripciones, mucho diálogo y una acción rápida que sin duda atrapa al lector desde su inicio. (Nuria García, 30 de junio de 2014)
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