Relato de la vida de uno de los personajes históricos más famosos del siglo XVI, en el que confluyen los datos reales y los legendarios. Perteneciente a la alta nobleza, Ana Mendoza de la Cerda contrajo matrimonio con Ruy Gómez de Silva, príncipe de Éboli. Alcanzó las más altas posiciones en la Corte de Felipe II, de quien se dice que fue su amante. A la muerte de su marido sostuvo relaciones con Antonio Pérez, secretario del rey, y participó con él en las intrigas políticas contra el monarca. Descubiertos por Antonio Escobedo, secretario de Juan de Austria, ordenaron su muerte y fueron condenados por ello. La princesa de Éboli fue confinada en la fortaleza de San Torcaz y de allí se trasladó a Pastrana, donde murió en 1592.