Resumen

La dama de provincias ha tenido un pequeño éxito literario que, lamentablemente, no ha supuesto una mejora sustancial de sus finanzas; sin embargo ha podido alquilar un pequeño apartamento en Londres al que va de vez en cuando para escribir con calma y frecuentar el mundillo literario de la mano de su «querida Rose». Su diario sigue siendo un fiel reflejo de las cosas que le suceden: los pequeños problemas que le da la educación de sus hijos y el gobierno de su casa, la misantropía de su marido, o las indiscretas aventuras de su escandalosa amiga Pamela Pringe.