De Christopher Morley, de quien todavía tengo pendiente leer su obra más conocida (“La librería ambulante”), solo había leído “La librería encantada”, que no me entusiasmó, así que empecé “Kathleen” con cierto escepticismo, pero me he llevado una grata sorpresa.
La novela nos sitúa en Oxford en 1913. “Los Escorpiones” es una pequeña sociedad literaria formada por un grupo de estudiantes universitarios que se reúne los domingos por la tarde para compartir lecturas, recitar poemas... Tras las vacaciones de Navidad han decidido escribir una novela por entregas, de la que cada uno escribirá un capítulo. El joven al que le corresponde empezar la historia encuentra una carta olvidada en una librería y propone que la novela se escriba con base a los personajes que se mencionan en ella. La carta, escrita por Joe, al que rápidamente suponen alumno universitario, va dirigida a Kathleen, a la que imaginan una encantadora joven que todavía va al instituto.
Con la escritura y lectura de nuevos capítulos, Kathleen se convierte en una obsesión para los Escorpiones y en el ideal de belleza de cada uno de ellos. Por ello al finalizar el trimestre organizan un juego para conocer a la verdadera Kathleen de la carta. En este punto, y con la intención de ser el primero en ganarse la confianza de la desconocida, se suceden una serie de despropósitos, malentendidos y situaciones descabelladas que provocan la sonrisa del lector.
Escrita con humor e ingenio, “Kathleen” es una novela breve, sencilla y divertida; un divertimento para pasar un agradable rato de lectura. La he leído en el momento adecuado, me ha gustado mucho y la recomiendo.