En contraste con el prejuicio secular de que la base de la gramática es la semántica, Chomsky ha destacado siempre la autonomía de la sintáctica respecto a la semántica y la independencia de la gramática respecto a otras facultades cognoscitivas. La tesis de que la gramática de una lengua natural es un sistema mental real es sin duda la más definitoria de la revolución chomskiana.