De Hermann Hesse, “Siddharta”. La búsqueda de la esencia interior entrelazada con la exploración de un mundo superior. Todo lo sagrado y toda la sabiduría están dentro nuestro, pero necesitamos de lo exterior para reconocerlos, comprenderlos y vivir de acuerdo a ellos. Lo sagrado, lo intangible, lo sublime que guía nuestras vidas y la vida de la naturaleza: el agua, los árboles, la luz solar, la tierra madre. La sabiduría: el arte de aplicar lo aprendido. Siddharta fue extremadamente pobre y extremadamente rico, pero ni en uno ni en otro lugar pudo hallar plenamente la sabiduría o lo sagrado. Los percibió junto al río, en un trabajo sencillo y una vida humilde. El río es la metáfora exacta de la vida: fluye, se apacigua o enfurece, alimenta lo vivo, renace de una fuente y simbólicamente muere al fundirse con otra fuente: ‘en todas partes al mismo tiempo y no hay en él la menor partícula de pasado o la más breve idea de tiempo venidero, sino solamente el presente’…como los seres humanos. El río posee ‘la calma lumbre de la verdadera ciencia’.
Un libro donde lo espiritual cobra su verdadera dimensión, tan simple y tan inmensa a la vez; donde el destino es la impronta de nuestras existencias humanas, las del presente, sin saber si fueron pasado o serán futuro; donde el Om lo es todo.
hace 8 años
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