Desmintiendo el optimismo de quienes consideraban la violencia la antítesis de la sociedad civil y pensaban que se reduciría al mínimo en los Estados modernos, el siglo XX ha presenciado más formas de violencia que ningún otro en la historia. Incluso han hecho su aparición conflictos carentes, en apariencia, de estructura y de lógica, como si su único objetivo fuera matar sin límites. Confrontándolas con estos hechos, John Keane analiza las teorías clásicas sobre la violencia y su insuficiencia para dar cuenta de lo que denomina ", guerras inciviles ", : conflictos que han acabado con el monopolio de la violencia por parte de los Estados y con la antigua distinción entre crimen y guerra, ejército y ciudadanía. Por último, apunta posibles medidas para controlar la violencia, pero que, en su opinión, se convertirán en meras estrategias autoritarias para mantener ", la ley y el orden ", mientras no se fomente la cultura cívica en la sociedad civil.