Breve relato que confronta los principios con los deberes y el compromiso social con el individualismo: elecciones que liberan y elecciones que atormentan. Buen fondo para la reflexión.
hace 4 añosIntento de comprensión de una de las manifestaciones de la violencia engendrada por sistemas políticos represivos, el tenso diálogo entre víctima y verdugo que se desarrolla en una sala de interrogatorios y que constituye la materia literaria de PEDRO Y EL CAPITÁN (1979) es «una indagación dramática en la psicología de un torturador» a la que una objetividad rigurosa aleja del maniqueísmo. «Esta pieza dramática -advierte Mario Benedetti en el prólogo- no escenifica el enfrentamiento de un monstruo y un santo [...]. La distancia entre uno y otro es, sobre todo, ideológica; y es quizá ahí donde reside la clave de otras diferencias, que abarcan la moral, el ánimo, la sensibilidad ante el dolor humano, el complejo trayecto que media entre el coraje y la cobardía, la poca o mucha capacidad de sacrificio, la brecha entre traición y libertad.»
Breve relato que confronta los principios con los deberes y el compromiso social con el individualismo: elecciones que liberan y elecciones que atormentan. Buen fondo para la reflexión.
hace 4 añosBrevísima novela escrita a modo de pieza teatral de un diálogo entre torturado y torturador; el primero torturado físicamente, el segundo sicológicamente. Muy rápida de leer. Muy buen diálogo.
hace 10 añosEs una pieza corta impresionante. Hace años que la leí, pero todavía me acuerdo de la intensidad de los diálogos.
hace 11 años