Que buen libro es aquel que te hace conectar con uno o con varios de sus protagonistas de tal forma que, tras leer la última frase, te inunda una sensación de añoranza el pensar que se han ido, que se ha acabado, que has alcanzado la última página y que al día siguiente esos personajes, reales o de ficción, no van a seguir formando parte de tu día a día, y en este libro hay unos cuantos a los que echaré de menos, aunque siempre estarán ahí, por si algún día vuelves a abrir sus páginas. Solo le encuentro un pero, en los cuatro o cinco últimos capítulos la narración pierde su pausa y todo sucede muy rápido, como si al autor le hubiese entrado prisa por finalizar o por desvelar el desenlace. Pero no deja de ser un libro imprescindible para quie le guste la lectura.
hace 8 años