Dos periodistas veteranos recuerdan alguno de los momentos más importantes de su vida y encuentran discos. Unidos a sus alegrías y a sus desgracias, a sus primeros trabajos y a sus amores, a sus momentos de plenitud y de decadencia; surgen canciones que les sirven como colección de recuerdos de una existencia que, a veces, les parece que ha transcurrido con la misma rapidez que aquellos singles que les iluminaron cuando aún eran debutantes llenos de dudas e ilusiones. Aquí, en estas páginas, han recuperado medio centenar de aquellas maravillas que, al terminar el pasado siglo, amenazaron con cambiar el mundo. Y lo han hecho mezclando la dinamita con la ternura, el inglés con el catalán o el castellano y el corazón de nuestro flamenco con los desvaríos de las eléctricas gemelas o el recuerdo emocionado de un druida genial y loco que viajaba del Ampurdan a las Pitiusas. No han despreciado casi nada, aquí conviven Led Zeppelin y Sisa, Paco de Lucía y Elvis Costello, Pink Floyd y Enrique Urquijo y Bob Dylan y Pau Riba. No falta tampoco Lou Reed, que probablemente habría hecho una buena pareja con Tete Montoliu, ni un Andy MacKay que lamentablemente no tuvo la ocasión de compartir tablas con el gran Miles Davis. Todos ellos están presentes, conviven bien y solo pusieron como condición la de excluir a cualquier vecino que los contaminase con vulgaridad o mal gusto.Pueden estar tranquilos, estos supervivientes de la información empresarial, política o musical, que responden a los nombres de Luis Picabia y Paco Ochoa, mantienen alto el listón y cumplen con este libro su sueño de reunir una lluvia de estrellas que en tantas ocasiones despejó sus nubes y consiguió que el amanecer adelantase su llegada.