No basta conocer el gesto, ni la mirada oscura que surge de las cosas, ni la voz necesaria, ligera, matinal, que susurra al oído una razón y otra para seguir aquí, solo, perdido, ante el vacío cómplice del lienzo. Mirar, mirar la luz hasta su calma: mirar cómo respira, cómo alumbra, cómo se da al abandono de los ojos esa forma de luz que no acierta a fijarse, mirar hasta que surja un color, una mancha, una señal desnuda que abra el camino... Y procurar una vez y otra una imagen distinta, la claridad que basta para decir el mundo, la que prolonga el misterio de la materia inerte... Buscar, buscar con la impaciencia propia de quien se sabe lejos todavía del paisaje inicial de la mirada. Ángel Campos Pámpano (San Vicente de Alcántara, 1957-Badajoz, 2008) fue un poeta y traductor. Fue profesor de enseñanza media durante 20 años en institutos de Extremadura y durante 6 en el Instituto Español Giner de los Ríos en Lisboa. Gran impulsor de las relaciones culturales y poéticas entre Extremadura y Portugal. Su poesía completa se publicaba el mismo año de su fallecimiento. Como traductor, tradujo obras de Fernando Pessoa, Carlos de Oliveira, Eugénio de Andrade y Sophia de Mello, entre otros. Fundó y dirigió las revistas Espacio/Espaço escrito y Hablar/Falar de Poesía. De sus obras, destacan entre otras: Materia del olvido (1986), Como el color azul de las vocales (1993), La voz en espiral (1998), La semilla en la nieve (2004) y La vida de otro modo. Obra completa (2008).