Esperaba mucho de esta novela y no me ha defraudado. Con una prosa fluida, un lenguaje sencillo y una fina ironía, Mendoza crea una novela de fácil lectura, que nos permite caminar por la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX. Vemos como la ciudad crece y se moderniza a través de personajes y hechos tanto históricos como ficticios que se entremezclan magistralmente a lo largo del libro. Una muestra de novela picaresca, con un protagonista para el que el fin siempre justifica los medios.
hace 12 años