Es la primavera de 1977 en Holt, Colorado. La octogenaria Edith Goodnough yace en una cama de hospital y un policía vigila su habitación. Unos meses antes, un incendio destruyó la casa donde vivía Edith con su hermano Lyman, y ahora la acusan de su asesinato. Un día, un periodista llega al pueblo para investigar el incidente y se dirige a Sanders Roscoe, el granjero vecino, que, para proteger a Edith, se niega a hablar. Pero finalmente es la voz de Sanders la que nos contará su vida, una historia que comienza en 1906, cuando los padres de Edith y Lyman llegaron a Holt en busca de tierra y fortuna, y que recorrerá siete décadas.
En esta primera novela, Kent Haruf nos traslada a la ardua América rural, un paisaje hecho de mazorcas de maíz, hierba y vacas, cielos estrellados en verano y abundante nieve en invierno, donde existe un código de conducta indiscutible, ligado a la tierra y la familia, y donde esta mujer sacrificará sus años en nombre del deber y el respeto para luego, con un solo gesto, reclamar su libertad. Haruf nos habla de sus personajes sin juzgarlos, desde la profunda confianza en la dignidad y la tenacidad del espíritu humano que ha hecho que su voz literaria sea inconfundible.