Amistad, amor y lecciones de vida. Lo recomiendo tanto para adolescentes que aprenda mediante la fábula como adultos que necesiten recordarse a así mismo estos valores.

Un imprescindible; siempre en la estantería para releer en aquellos momentos en que el disfraz de adultos nos aprieta.

Un clásico de la literatura universal. Me volveré a leer cuando abandone la adolescencia. Magníficas metáforas sobre la vida.

Un gran libro que todo niño y, sobretodo, adulto debería leer. Un imprescindible.

Creo que es un libro para mágico para adultos. Pero no enamora a los niños como debería.

Malísimo el libro. Lo único salvable es la metáfora de la rosa, el resto es lo que es: alucinaciones de alguien que va muriendo poco a poco.

Es de los pocos libros que me gustaría haber escrito.

Es una lectura demasiado sencilla y que deja un gran mensaje o al menos eso es lo que el autor quiere dejar. Es bonito porque va dirigido a darnos a entender que conforme vamos creciendo nos vamos perdiendo de tantas cosas realmente importantes como es la libertad y que aveces vivimos sumidos en una sola cosa que al final no es tan importante como pensamos. Habla tambien de algo muy hermoso como lo es la amistad. Y como se crean lazos extraordinarios cuando comenzamos a confiar en alguien. Me ha encantado.

Creo que es un buen libro pero no llegue a profundizar en el como esperaba, esperaba mucho mas por la repercusión del autor en referencia a este material

Es un libro en apariencia para niños, pero en el fondo, para todos los públicos. De hecho, después de leerlo por tercera vez, creo que una de las costumbres más sanas a seguir sería leer este libro cada cinco años. Porque es un libro que siempre te transmite lo que necesitas oír, que cada vez que lo lees te dice algo distinto. Porque es una historia fresca, agradable y ligera, pero no por ello falta de mensaje. Porque contiene muchísima filosofía entre sus páginas. Y por todo esto y más, me atrevería a decir que es una de las mejores obras que he leído en mi vida, ya que es un libro que te puede cambiar, pero sin moralina, sin forzarte a ello, sin presiones. Resumiendo, es un libro que te hará no solo ver, sino mirar las estrellas.

Libro muy sobrevalorado, La verdad no me gustó.

No es que no la considere una mala obra, es solo que de todas las veces que leí y releí esta novela, en ninguna me pude interesar por la historia ni los personajes.

Uno de los libros que me han marcado para siempre. Que no se nos olvide mirar con los ojos del niño que fuimos y que todavía somos.

Aunque hace muchísimo tiempo que me lo leí, recuerdo que me dejó muy buen sabor de boca. Tengo que volver a leérmelo, que dicen que se entienden mucho mejor las famosas frases, para los años que tiene, que siga en la palestra, dice mucho del libro

Desde hace varios años he intentado una y mil veces releer varias veces este libro y tratar de encontrarle, esa fascinación que la mayoría de los lectores le dan. Yo no se la he encontrado por ningún lado. No he podido con él.

Me ha parecido un libro muy bueno y me ha gustado mucho. Es de lectura súper sencilla y muy cortito, por lo que se puede concluir enseguida, además los ilustraciones que tienen le dan un excelente toque. Tiene buenas reflexiones. Sin duda los niños también tienen mucho que enseñarle a los adultos. Es un libro totalmente recomendable.

Una obra maestra

Clásico entre los clásicos y una absoluta obra maestra, no sólo para los niños sino para todos. Enseñanzas intemporales que por siempre perdurarán.

Después de un gran tiempo me convencí de leer el libro e inmediatamente se convirtió en uno de mis favoritos, es muy corto lo puedes terminar en 2 horas y a pesar lucir como un libro de niños creo que cualquier edad es buena para leerlo, cuenta con momentos que te hacen pensar, reir, y te invita a leerlo hasta terminar.

Recién lo leí a mis 24 años y creo que es un libro bonito y con buenas reflexiones pero que son encontrables en muchos libros por lo cual considero que está mejor para niños y adolescentes. Antes de que piensen que ya perdí a mi niña interior diré que en efecto prefiero mi conciencia de adulta y seguir descubriendo cosas, disfruto de cosas que me gustan como si fuera una niña pero no me aferro a la idea de que la niñez es la mejor etapa de la vida, disfruto la actual y la considero la mejor.