En un futuro no muy remoto, y sin duda previsible, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de un tipo de GPS de última generación, que no sólo orienta a su usuario y localiza un lugar predeterminado, sino que puede llegar incluso a leer sus pensamientos y a percibir sus más íntimas sensaciones. Claudio Ambrós, un publicista acomodado, conocerá en uno de los múltiples mercadillos semiclandestinos, que han proliferado al anochecer en la periferia de las grandes ciudades, a Ulia, una enigmática mujer, que le permite manejar, durante las horas, un GPS más avanzado aún que los que ya se comercializan, a cambio de descansar unas horas en un lugar seguro. Ni el protagonista de esta historia, narrada en palabras y en imágenes, en ese momento, ni el lector, pueden imaginar que esa noche, ambos, uno, dentro de la peripecia, y otro, como espectador privilegiado de la misma, van a asistir asistirán al mayor prodigio del que la humanidad ha sido testigo a lo largo de su existencia.