“He crecido viendo, disfrutando y algunas veces padeciendo distintas películas, series y shows del género. Leyendo novelas y ensayos sobre el vampirismo. Parte de ese bagaje que he ido acumulando está volcado en estas hojas. Material en el que se mezclan castillos, murciélagos, colmillos, ataúdes, sangre y mucha tierra... de cementerio y de Transilvania, en el mejor de los casos.Así que los invito a que se equipen con un crucifijo bien grande, una cantimplora cargada de agua bendita, balas de plata y una buena ristra de ajo. ¡Si pueden morder una cabeza de esto último, mejor! (no podrán besar a nadie, pero sus cuellos estarán protegidos de colmillos indiscretos). Ingresen a las oscuras páginas de esta catacumba literaria y enfréntense cara a cara con el que no se refleja en los espejos... y otras criaturas del país de los monstruos”.