Muchos padres creen que no les gustan los libros infantiles: se encuentran perdidos en un mar de cuentos, se preocupan pensando que sus hijos pierden tiempo al leerlos... Sin embargo, con este álbum ilustrado divertido e imaginativo, hasta los padres más despistados aprenderán a amar la literatura infantil. ¡Solo hace falta atreverse a abrirlo!