¿Para qué sirve leer? Cuando en Retópada20 me invitaron a leer una novela escrita por un autor nacido en el Oriente Medio, se me antojó conocer lo que de otra manera no lograría: la cultura, las tradiciones, la historia milenaria o reciente de esa región tan lejana. En el mismo grupo me recomendaron a Khaled Hosseini, y así llegué a “Cometas en el cielo”, opera prima del autor afgano radicado desde joven en los Estados Unidos, que irrumpió con tanta fuerza en el mercado editorial, que fue llevada al cine con regular éxito y cuenta, incluso, con su adaptación como novela gráfica.
Es la primera novela que leo de Khaled Hosseini, y aún me espera en mis libreros la segunda, “Mil soles espléndidos”, que repitió el éxito comercial de “Cometas en el cielo” y le permitió abandonar su profesión como médico, para dedicarse de tiempo completo a la escritura. A la fecha, Hosseini a publicado otras dos: “Y las montañas hablaron” (2013) y “Súplica al mar” en el 2018.
De lectura fácil, “Cometas en el cielo” narra la historia de Amir y Hassan, nacidos con un año de diferencia: Amir, huérfano de madre, Hassan, abandonado por la suya; residentes en la propiedad del padre de Amir, unidos en una compleja relación de amo-sirviente, compañeros en los juegos de la infancia, equipo en las competencias de vuelos de cometa que se organizaban Kabul, capital de Afganistán, país ubicado en el oriente medio, que fue invadida por los rusos en 1981, provocando la separación cuando Amir y su padre salieron huyendo de los rusos para terminar exiliándose en los Estados Unidos, dejando en Afganistán a Hassan y a su padre, que era también sirviente de la familia.
La narración inicia en San Francisco, California, a finales del 2001, cuando Amir recibe una llamada telefónica de Rahim Kan, el socio y mejor amigo de su padre, solicitándole que acudiese a Pakistan para hablar personalmente, pues se encontraba gravemente enfermo. La llamada da pie a Amir nos cuente su historia a partir de 1975: su vida en Kabul, su huida y su estadía en los Estados Unidos; su regreso a Kabul, para cumplir con la petición de Rahim, lo confronta, de manera definitiva, consigo mismo, con su pasado, con las consecuencias de sus acciones, enfrentándolo con una serie de eventos sangrientos y dolorosos, y mejor no le sigo.
No quiero pecar de riguroso. No soy un crítico literario; solo un simple lector que intenta compartir las sensaciones y emociones que le desencadenan sus lecturas. Siento que la historia, los lugares donde ocurren los hechos, los personajes, merecían un mejor tratamiento. La novela evidencia cierta falta de pericia del autor, comprensible al ser su primera publicación. La tragedia que sufre Afganistán es inmensa, pero la escritura de Hosseini, denota cierta distancia, una sensación de que se expresa algo terrible, pero que el narrador no encuentra el tono adecuado para mostrarlo a plenitud.
Sí, “Cometas en el cielo” es un drama sobre otro: existen los secretos, la traición, expiación, violencia, conflictos étnicos y religiosos, incomprensión, amistad, amor. El drama familiar de Amir y Hassan, las consecuencias del comportamiento del primero para con el segundo, el entorno político, cultural y religioso de un país y su pueblo, como el de Afganistan, que han sufrido lo indecible, son literariamente atractivos, pero, en mi humilde opinión, al autor le faltó pasión, dolor, corazón, experiencia vital pues; o quizá, me he convertido en un viejo insensible y gruñón que ya no se conmueve fácilmente, aunque confieso que el final, me dejó los ojos húmedos y enrojecidos.
hace 5 años
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