Es 22 de agosto de 1911, y París amanece conmocionada por el robo de La Gioconda. Pero no es la única noticia que sacude los cimientos de esa nueva jornada: tendido en mitad del puente Tolbiac ha aparecido el cuerpo sin vida de Gustav Schiltigheim, un hombre de apariencia elegante, con bastón y levi...