Es imposible obtener un gran texto cuando todas las páginas tratan de lo mismo: resaca, alcohol, drogas y conversaciones sobre resaca, alcohol y drogas. No hay absolutamente que enganche. Solo es pasajes donde niñatos de la calle se destrozan son ese modo de vida lleno de excesos. Una lectura que aporta bien poco. El aspecto positivo de la novela es que los diálogos son muy reales, y las actitudes de los protagonistas muy realistas si tenemos en cuenta las últimas generaciones de jóvenes españoles.
hace 5 años