Ganarle a Dios adopta la forma de una extensa entrevista con Marek Edelman, cardiólogo de renombre y último superviviente de la sublevación del gueto de Varsovia. Pese a su brevedad, Ganarle a Dios consigue iluminar desde una perspectiva nueva uno de los episodios más destacados de la Shoah y de la segunda guerra mundial: la exterminación de los judíos en el gueto de Varsovia y la sublevación de un puñado de resistentes que, prácticamente sin ayuda, desafiaron al poderoso ejército alemán. Estructurado en forma de diálogo entre Hanna Krall y Marek Edelman, el único superviviente de los cinco comandantes del gueto, no aspira tanto a recuperar los hechos en su globalidad como su memoria, y emplea una técnica similar a la del montaje cinematográfico para hacer aflorar los recuerdos: los trenes de la muerte, los momentos febriles de la sublevación y la huida final por las alcantarillas, junto a sus experiencias como cardiólogo después de la guerra y su lucha por salvar vidas en el quirófano, similar a la que libró durante la guerra. Porque para Edelman, “cuando uno conoce tan bien la muerte, se siente responsable de la vida” y ésa es una manera más de ganarle la carrera a Dios. Hanna Krall rastrea de cerca, sin concesiones, la verdad humana de estos episodios, plantea la cuestión crucial de qué vidas salvar e invita a la reflexión sobre el sentido de aquella resistencia armada condenada al fracaso. Una obra de lectura obligada, un canto a la dignidad que nos recuerda cuál es el verdadero valor de la vida.