Es el primer libro del autor, después de dejar la medicina para dedicarse a escribir. Está escrito en forma de diario, y está basado en sus experiencias como médico de la sanidad pública inglesa. Sólo ha cambiado fechas y los nombres (sustituidos por nombres de personajes de la saga Harry Potter). Nos cuenta de forma divertida, la verdad de su día a día trabajando en hospitales, aunque también narra episodios tristes e impactantes. Es más que un simple diario de su oficio para entretener al lector: es una denuncia. En esta obra, pone en evidencia la infrafinanciación que padece la sanidad pública y lo injustamente que es tratada por el gobierno británico. También es un homenaje a todas aquellas personas que están en primera línea de la sanidad pública, muchos trabajando en condiciones espantosas. Aunque si lo leéis desde España, podrías pensar que ocurre en este país. Y sobre todo ahora, sufriendo una pandemia global. Me gusta la ironía con la que escribe Kay, y la sencillez con que explica sus aventuras, y siempre que hay un término médico complicado, él no los aclara en notas a pié de página. Es un libro que vale mucho la pena. Recomendable.
hace 4 años