¿Envía mensajes? ¿Sirve como blog? ¿Se ajusta la página? ¿Tiene Wi-Fi? ¿Tweetea? No. Es un libro. Se abre el libro y aparecen un mono y un burro compartiendo un agradable rato de lectura. Sólo hay una diferencia entre ambos: mientras el burro lee a través del ordenador, el mono se entretiene con algo más tradicional. Un libro. “¿Un libro?” pregunta el mono. “¿Y no tiene pantalla? ¿Tampoco tiene ratón? ¿No puedes tuitear lo que estás leyendo? ¿Ni siquiera tiene música?”. Al simio protagonista le resulta muy extraño identificar el acto de leer con el soporte del libro tradicional, teniendo la posibilidad de leer a través de la pantalla...