Liam Lockhart, experimentado soldado del Regimiento de las Highlands, será el encargado de recuperar El Monstruo, una antigua estatuilla de oro y rubíes sobre la que recae una maldición pero que, debido a su gran valor económico, se ha convertido en la última esperanza del clan para salvarlos de la ruina. El capitán viaja a Londres con la intención de entablar relaciones con sus primos ingleses, los actuales custodios de la figura, para robársela. Durante su estancia en ese país se hospeda en un modesto alojamiento propiedad del señor Farnsworth. El lugar es horrible, pero para Liam resulta todo un aliciente que Ellen, la atractiva dama de la que se ha quedado prendado en cuanto la ha visto, sea la hija de su arrendador. En esta serie conoceremos la historia de los tres hermanos Lockhart y en esta primera entrega el protagonista será Liam, el primogénito de la familia y supuestamente, el más responsable y maduro de los tres. Griffin, su hermano menor, es totalmente opuesto a él: sus modales son mucho más refinados, odia el ejército y en el futuro quiere dedicarse a las finanzas. Su hermana Mared es una joven rebelde a la que le gusta más luchar con una espada que dedicarse a las labores propias de una dama y su mayor diversión es incordiar a Douglas, miembro del clan vecino. Ha resultado una novela entretenida y algo diferente a las historias de este subgénero que he leído hasta ahora, ya que al ambientarse a principios del siglo XIX, la aparición de un highlander en medio de una gran ciudad provocará situaciones bastante divertidas por culpa de las costumbres rudas y bastante pueblerinas de Liam, que contrastarán mucho frente a los remilgados y refinados gustos de los habitantes londineses. Sin embargo, es una novela que se queda corta en algunos aspectos, en especial, en la relación que se entabla entre Liam y Ellen, mucho más enfocada en la atracción sexual que existe entre ellos que en otra cosa. Ellen es una amante con mucha iniciativa y lo vuelve loco en la cama, pero choca mucho su forma de actuar si tenemos en cuenta lo que le ocurrió en el pasado y la vida que ha llevado hasta ahora. Liam me ha gustado por su gran corazón y como os he avanzado, por algunas situaciones disparatadas que ha protagonizado, sin embargo, creo que es un personaje que destaca mucho más por su fuerza bruta que por su cerebro. Para Ellen, Liam representa una bocanada de aire fresco, la oportunidad de ser feliz de nuevo. Lleva viviendo bajo el control de su padre y lamentándose de su suerte toda la vida pero cuando por fin reacciona y decide llevar a cabo su plan para escapar, no duda en usar a Liam para lograr su objetivo. La historia es autoconclusiva, pero en el desenlace queda abierto algún frente, creo que de forma totalmente voluntaria por parte de la autora, para darle continuidad a la historia en las dos siguientes entregas. No ha sido una novela memorable, pero ha cumplido su objetivo de entretenerme y con total seguridad, continuaré con la serie para saber cómo continua la aventura de estos tres hermanos.