Planck consideró como tarea científica suprema la búsqueda de las leyes que rigen el absoluto, el invariante oculto en la realidad externa. Le cupo el privilegio de descubrir uno de esos elementos universales: el quantum de acción, la constante h.
Este libro recoge la traducción directa del alemán de los artículos de Albert Einstein de 1905, y sus adiciones de 1906, sobre la relatividad del movimiento, la teoría de los cuantos de luz y el movimiento desordenado de las partículas.