Una multitud de creyentes y no creyentes de distintas generaciones y culturas confiesan no haber podido interrumpir la lectura de este clásico espiritual hasta finalizarlo.
Este genial dramaturgo da vida a la historia de las 16 carmelitas de Compiegne, guillotinadas en París durante el terror de la Revolución. Convierte el miedo en un lugar teológico.