El valiente Lord Bannor de Elsinore necesitaba con urgencia de una mujer sensata que cuidara de sus hijos huérfanos y le mantuviera alejado de la tentación carnal. Mientras tanto, la joven Willow soñaba con un príncipe encantado que la librara de su mezquina familia. Ambos contraen matrimonio, pero ninguno de los dos encuentra lo que buscaba. Willow se siente como una intrusa en el castillo, con un apuesto marido que no la quiere en su lecho. Pronto descubrirá que no es la indiferencia lo que anida en el corazón del impetuoso guerrero, sino un deseo tan poderoso que acabará por derribar todos los muros, una pasión tan ardiente que ningún río podría apagarla.