El 8 de diciembre de 1941, cinco horas después del bombardeo a Pearl Harbor, los aviones japoneses atacaron Wake, una remota y desierta isla del Pacífico, de gran valor estratégico, donde había una pequeña guarnición militar norteamericana y un gran número de trabajadores civiles ocupados en la construcción de una base. Era el comienzo de dieciséis terribles días de bombardeos y de combates cuerpo a cuerpo en que este pequeño grupo de resistentes consiguió repeler un primer intento de desembarco japonés, para sucumbir más tarde ante un enemigo muy superior en número. Sloan ha reconstruido esta dramática batalla a partir de sus entrevistas a unos cuarenta norteamericanos que sobrevivieron a los combates y al cautiverio y a dos japoneses que aportan una visión distinta de los hechos. Este es, ha dicho la crítica, un libro que no puede faltar en los estantes de historia de la Segunda Guerra Mundial.