El 16 de junio de 1816 un grupo de escritores hoy legendarios —lord Byron, Keats, Shelley— se reunieron junto al lago Leman para contarse historias de terror. Allí surgió, engendrada en la mente de la única mujer presente, Mary Shelley, la más desgarrada historia de soledad y búsqueda del amor de la literatura mundial: Frankenstein. Hoy podemos llamar «Hijos de Mary Shelley» a todos aquellos escritores que sueñan con emular su obra inalcanzable. Un día de junio de 2010 (pero podía haber sido 1876 o 1906 o 1989… ¿Cabe cuadricular el tiempo?) doce autores españoles se reunieron en cierto escenario secreto para narrarse historias de género fantástico. Ante la imposibilidad de retornar a la noche de 1816, el tema elegido fue el viaje en el Tiempo. Así y allí nació el concepto «Hijos de Mary Shelley». Así y allí nació este libro: desde la fantasía desatada, la palabra puede explorar las más ominosas simas del alma humana, y también las más conmovedoras.