Con una prosa clara y sencilla, con numerosos datos y una transparencia incontestable, el autor plantea que nos encontramos en un momento de la historia en que el planeta está en una situación dramática. La voracidad depredadora del capitalismo está poniendo en grave peligro los recursos naturales, que se regeneran mucho má s lentamente que la velocidad con la que son explotados. Los ricos, con su despilfarro y avaricia insaciable, están destruyendo el planeta. Ante esta grave situación, Kempf hace una doble llamada: en primer lugar a los ecologistas para que reflexionen sobre lo social y las relaciones de poder. En segundo lugar, a quienes reflexionan sobre lo social, para que tomen conciencia de la envergadura de la crisis ecológica actual.