Epicuro es un pensador de la crisis. Su mundo ha dejado de ser el marco seguro de la Polis. Con la pérdida de la independencia de Atenas, ya no tiene sentido preocuparse por los asuntos de la Polis (política), ni por la sociedad, ni por la justicia de todos. Ya no hay un Todo. El universo griego ha estallado en una pluralidad de individualidades que buscan desesperadamente ser felices. Una de estas individualidades fue Epicuro. Consciente de que ya no quedaba ninguna esperanza social, lejos ya de las utopías platónicas, este griego se propone ser feliz y enseñarnos el camino que conduce a la felicidad. Realmente nada más fácil: se trata de vivir en contacto con la Naturaleza, rodeado de amigos, sin los miedos y los temores que produce la ignorancia, y de disfrutar de las cosas agradables de la vida.