En la biografía que Grace estaba escribiendo sobre su padre, el fallecido senador Eugene Truscott, no podía omitir un suceso que había presenciado en la infancia y que podía poner en tela de juicio el honor de quien había sido un hombre comprometido y un político honesto. En aquel momento, con la oposición de su madre, Cordelia, y la indecisión de Nola Emery, Grace aún no sabía que su determinación de ser fiel a la verdad rompería las barreras de la amargura y el rencor que durante largo tiempo habían ofuscado sus mentes.