Inglaterra, 1901. Deborah Ashton, hija de un baronet natural de Wiltshire, ve derrumbarse su idílica existencia cuando se cierne sobre ella una gran tragedia familiar. Al verse obligada a abandonar el que fue su hogar, es acogida por la hermana de su padre - una mujer cuyas relaciones con los Ashton son prácticamente nulas debido a un escándalo que protagonizó en el pasado - y por el marido de ésta, un inspector de la Scotland Yard. Deborah ignora totalmente hasta qué punto su destino cambiará el día que llega a sus oídos la noticia del asesinato de una aristócrata en la isla de Wight, y en cuya investigación su tío estaba involucrado. El caso, conocido como el crimen de la daga azul, no ha podido resolverse, y el asesino está en libertad, a pesar de que todas las pruebas muestran su culpabilidad. Atraída por la siniestra historia que rodea los acontecimientos, Deborah decide comenzar a indagar por su cuenta, viajando hasta la isla e introduciéndose en la cueva del lobo para reunir más pruebas contra el acusado. Lo que allí descubrirá dará a su vida un giro inesperado que la obligará a escoger entre obedecer a sus principios o seguir los dictados de su corazón.