Livia es una adolescente normal: tiene una familia alegre, una mejor amiga, dos ojos bonitos y todos los deseos propios de su edad. Pero un día descubre que su vida está cambiando de forma vertiginosa, y pronto quedará sumida en la oscuridad más profunda. El diagnóstico le llega en un momento de la vida en el que lo único que desea es ser como sus compañeras: salir de fiesta, conocer a algún chico, ganar las competiciones de atletismo y, sobre todo, que la vean. Sin embargo, cuando cae la noche y el mundo se sumerge en la oscuridad, es ella quien no puede ver nada.
Si crecer significa aprender a aceptar nuestras debilidades, el juego para Livia es un poco más duro que para los demás. Con la intención de prepararla para lo que se avecina, a su padre se le ocurre una idea: buscar a alguien que le enseñe los pasos de este baile. Esa persona es Emilio, el tutor del centro que la acoge, que, con mirada distraída, parece verlo claro. Será él quien le enseñe a vivir sin mirar; quien le haga comprender que cada hora es preciosa; quien la ayude a moverse en medio de esa oscuridad y, lo más importante, quien le enseñe a enfrentarse a sus miedos.
Inspirada en una historia real, Alfileres es una novela visceral, apasionante y conmovedora. Un relato sobre la soledad de la adolescencia y los traumas personales, además de un análisis que ahonda en los sentimientos más profundos e indescriptibles de una vida rota. Pero, por encima de todo, es el testimonio de una joven que consigue resurgir de sus propias cenizas; una joven que, cuando todo parece perdido, encuentra la luz incluso en la noche más oscura.