Este imaginativo niño no tiene muchas ganas de ir a clase, por lo que inventa un montón de cosas que podrían pasarle si fuese al colegio. ¿Y si se pinchan las ruedas del autubús? ¿Y si aterriza una nave espacial en el patio? ¿Y si los pupitres se ponen a volar por los aires?. Su madre le responde con simpáticas explicaciones que acaban por convencer al pequeño de que el colegio puede ser muy divertido.